martes, 28 de noviembre de 2017

HIMNO AL SOL. AKENATÓN. AMENOPHIS IV


El faraón Akenatón protagonizó hace casi 3500 años una revolución, al eliminar 2000 ciudades de Egipto y declarar al Sol como único Dios.

La idea de Akenatón era dramática y revolucionaria: por primera vez en la historia un faraón quería reemplazar el panteón de los dioses egipcios con uno solo, el creador de todo: el Sol o Atón. Decretó que los 2000 dioses tradicionales que habían protegido a Egipto por más de mil años quedaban eliminados. Para los sacerdotes tradicionales, quienes habían dedicado sus vidas enteras a los antiguos dioses y habían sido extremadamente poderosos hasta entonces, era una catástrofe.

Otra forma de demostrar la ruptura con el pasado fue a través de la arquitectura. Los templos tradicionalmente eran cerrados, al entrar al complejo, el piso se levantaba gradualmente, el techo caía y había muy poca luz.

El culto al Sol trajo santuarios al aire libre. Los únicos fieles que podían entrar en esos templos eran el faraón y su esposa. Sus súbditos no habían abandonado a los otros dioses, y el faraón ordenó destruir todas las imágenes de ellos.

El faraón se tornó intolerante. Envió a sus soldados a borrar la memoria de los dioses en todas sus tierras.

Los que vinieron tras la muerte de Akenatón se esforzaron para destruir cualquier rastro de él y de su culto hereje. Sus estatuas fueron derribadas y, para despojarlas de significado, las piedras de sus templos usada como material de construcción de otros nuevos.


En comparación con el de Enheduanna, este texto me parece mas fácil, por los recursos estilísticos y que el vocabulario de este me resulta más fácil de comprender que el de Enheduanna. El objetivo de los dos textos es el mismo: alabar a un dios.

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