domingo, 3 de junio de 2018

LA METAMORFOSIS

Estuvimos tratando un fragmento de la metamorfosis, de Franz Kafka. A partir de este fragmento hemos tenido que crear un relato, aquí a continuación os dejo el mío.


Cuando me desperté aquella mañana, no sabía dónde estaba, estaba desorientada, la cabeza me daba vueltas, tenía náuseas. A pesar del malestar me puse en pie, tenía que averiguar donde me encontraba, por qué había aparecido en aquel sitio tan peculiar. Sin embargo, mis tobillos estaban encadenados a una barra de metal, impidiendo que me desplazará. Frente a mí había un espejo, en él se reflejaba mi rostro, y no me reconocía,  tenía manchas en la cara, iba con un vestido verde y está descalza, mi pelo estaba encrespado y mojado, y el maquillaje lo tenía todo corrido. En ese momento recordé muchas cosas del día anterior, había estado toda la noche de fiesta con mis amigas, había salido a escondidas con la excusa de que me iba a dormir con una amiga. Salimos a lo loco, a disfrutar al máximo sin pensar en nada. No estuve pendiente de mi bebida y creo que me echaron algo en el vaso, alguna sustancia que consiguió dejar mi cuerpo a manos de otra persona. No podía dejar de pensar en qué pasaría conmigo, si el moriría o si no volvería a ver a mis padres, típicas preguntas que se te pasan por la cabeza en momentos como este. Fue el momento más angustioso de mi vida, más pensando en que esto había pasado por engañar a mis padres, ya que ellos siempre buscan lo mejor para mí. Escuchaba pasos acercándose hacia mí, una puerta de metal que tenía en frente se abría poco a poco, yo estaba muerta de miedo pensando en que me podrían hacer algo. Cuando por fin se abrió la puerta era la policía junto con mis padres, se habían dado cuenta de mi desaparición y siguieron mis pasos para rescatarme.
Esto me hizo aprender una lección para la vida, nunca he de desobedecer a mis padres, ya que ellos siempre buscan mi bien.



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